El Derby de los escarabajos
Cuando llegué a Epsom el día del Derby me encontré con los escarabajos y con Sid Halley. Los escarabajos no son de oro precisamente, como el de Poe, sino negros y alados: constituyen una auténtica plaga que alarma a los caballos, ya de por sí asustadizos, y muestran un pegajoso interés por el cogote de los humanos. En pasadas semanas hubo que suspender por su culpa la competición en un par de hipódromos. Como el calor es agobiante, en Epsom se exhiben muchos torsos viriles y frecuentes pechos femeninos gozosamente ofrecidos (lo siento por quienes creen que todo el mundo lleva en las carreras inglesas chistera o pamela envuelta en muselina). De vez en cuando alguien se levanta del pasto donde tomaba el sol y se pone a danzar una giga desordenada, dándose tortazos en el cuello y los hombros, en desigual batalla con los obstinados coleópteros. (LEER MÁS)
(... aunque en mi cabeza -al ver la atractiva y desenfadada juventud que el clima estival hace florecer- siga escuchando el precioso Ganimedes de Schubert cantado por Peter Pears. Este lieder con letra de Goethe es uno de los hallazgos del homenaje en seis CD que Decca ha dedicado al gran tenor inglés, cómplice melódico y vital de Benjamín Britten, con motivo del centenario este año de su nacimiento, un 22 de junio...)
GANIMEDES D. 544 (1817)
(Ganymed)
Música de Franz Schubert (1797 -1828)
Texto de Johann Wolfgang von Goethe (1749 -1832)
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